Maxim Martin | Un perro valiente que no tiene miedo de afirmar su virilidad
Imagina un perro que, en lugar de jugar al rociador con su dueño, se cree Rambo en versión canina, mientras suelta un discurso sobre la virilidad digno de los más grandes stand-up del mundo. Ahí lo tienen, damas y caballeros, el héroe del día a día, Maxim Martin y su cómplice peludo, un dúo que demuestra que se puede ser un perro valiente sin tener que pasear los testículos al aire libre. Es su sexto espectáculo, “Buen perro”, que nos recuerda que hay guardianes del acero… eh, del estilo, y que a veces, el humor se esconde detrás de una buena lección de vida canina. Entre rasguños de ego y juegos de palabras de dos centavos, prepárense para una montaña rusa emocional: entre risas y reflexiones sobre la vida como un perro que busca su palo.

En la piel de un perrito: Maxim Martin, el rey del stand-up canino
Imagínense un poco. Están sentados en su sofá, un pequeño perro a sus pies, y oyen una risa estridente que resuena: ¡es Maxim Martin! En su último espectáculo Buen perro, nos muestra que, al igual que él, incluso un perrito puede tener entrañas y redactar un manifiesto sobre la virilidad. ¿Quién habría pensado que una mezcla entre un pitbull y un humorista canadiense daría tal resultado?
El regreso del rey bajo los focos
Maxim, este gran tipo que ha tomado por asalto el escenario del humor, nos recuerda que un buen perro no se esconde bajo una alfombra. ¡De hecho, después de haber hecho los titulares en julio de 2000 por compartir más de la cuenta en el escenario – un testículo aquí, un recordatorio allí – regresa, siempre más comprometido, pero con un pequeño perrito a su lado! Se necesita muy poco para hacerse una reputación, ¿no es así? ¿Quién habría pensado que un compañero de 4 patas podría ayudarlo a asumir su hipersensibilidad viril?
Un desafío canino y humano
En Buen perro, Maxim no duda en pintarse como un hombre que “muerde” todavía. ¡Sí, damas y caballeros, no ha perdido su mordacidad! Mientras algunos hermanos de la escena se quejan de sus dolores articulares, Maxim va a la guerra – o más bien, al hospital para recibir tratamiento. Pero con Aura, su perra de asistencia, a sus pies, supera las tormentas con humor, sumergiéndonos en sus desavenencias con un sarcasmo mordaz digno de un serpentín de feria.
¡La virilidad: un estado de ánimo!
¿Qué es eso de la virilidad, me dirán? ¡Está en su cabeza! Maxim lo afirma con elocuencia: se puede seguir siendo un hombre mientras acaricias a un pequeño perro sin perder el título de rey del stand-up. ¡Y qué lección! Al desviar una broma, nos recuerda que el hombre que sabe dejarse llevar por la ternura hacia su perrito no es un sumiso, ¡sino un valiente! No es necesario ser áspero, un pequeño perro cariñoso puede hacer el trabajo perfectamente.
El grito del corazón, con humor
En su tiempo, hacer viajar un chiste que termina con un testículo expuesto era un arte. Pero hoy, nos reímos de ello. O casi. Maxim evoca sus desafíos con un tono ligero, mientras lanza una crítica social más seria que sus chistes. Porque no hay nada más fuerte que un hombre que se burla de la tormenta mientras sostiene a una perra zen con correa.
El espectáculo continúa… hasta el final
Y mientras Maxim continúa su gira con su fiel Aura, se asegura de mantener a su público al borde de sus asientos. Porque, después de todo, eso es el verdadero espectáculo: un hombre que se toma en serio mientras se burla de sus propias aprensiones. Un pequeño consejo: no se pierdan su espectáculo, de lo contrario podrían perder la oportunidad de ver a un hombre enfrentarse a su virilidad en el escenario, siempre acompañado de su fiel compañero peludo, que, seamos sinceros, pesa mucho en la relación de fuerzas.
Fuente: www.lapresse.ca