Une cruauté insupportable : un perro encontrado en un estado deplorable, el tribunal condena a la propietaria y su antiguo compañero
Un incidente impactante tuvo lugar en Berre-les-Alpes, el 22 de julio de 2024, cuando un joven perro lobo checoslovaco llamado Unka fue descubierto en un estado deplorable. Los gritos incesantes del animal alertaron a los vecinos, quienes tomaron la decisión correcta de contactar a la gendarmería. A su llegada, las fuerzas del orden fueron recibidas por un olor insoportable y un calor sofocante proveniente de la vivienda. Responsable de la situación, R. S., el excompañero de la propietaria, había sido designado para cuidar al animal durante la ausencia de esta. Lamentablemente, estaba claro que el cuidado estaba lejos de ser adecuado.
El veterinario calificó al animal de “muy mal estado”, mostrando signos de deshidratación y desnutrición, agravados por lesiones cutáneas a causa de la negligencia. Este caso de crueldad animal plantea preguntas sobre la responsabilidad de los propietarios de mascotas y la necesidad de una protección animal reforzada.
Un pasado de maltrato
No es la primera vez que Unka es objeto de preocupaciones. Ya había un informe que databa de una semana atrás cuando el animal fue encontrado atado a un bloque de hormigón bajo un calor aplastante. Este comportamiento evidenciado solo valida las inquietudes expresadas por varias asociaciones como Pour le Bonheur des Loulous.
El papel de las autoridades
El tribunal emitió su veredicto sin esperar la presencia de la propietaria, M. M., conocida por su carácter difícil. Su antiguo compañero, R. S., intentó justificarse, pero las pruebas acumuladas hablan por sí solas. La ausencia prolongada de M. M. había llevado a una negligencia inaceptable, dejando a Unka sin cuidados durante varios días. La historia incluso reveló que su excompañero se sintió prisionero de la situación, temiendo las reacciones de quien describía como colérica.
Justicia para los animales
El veredicto no tardó en llegar. M. M. fue condenada a una pena de prisión sin prisión preventiva y a una libertad condicional de dos años. Además de la pena de prisión, se le prohibió de forma definitiva poseer animales. Una medida recibida con agrado por las asociaciones de defensa de los derechos de los animales.
Responsabilidades compartidas
El caso de Unka no es, lamentablemente, único. Otros animales han sufrido por la negligencia de propietarios irresponsables. Las quejas contra M. M. se han acumulado durante años, desde maltrato hasta abandono. Estas situaciones precarias subrayan la importancia de la vigilancia y la toma de conciencia sobre el maltrato animal, que lleva a consecuencias trágicas para muchos animales necesitados.
El futuro para Unka y otros
Unka, salvado de este infierno, ahora necesita afecto auténtico y un hogar estable. Las marcas reconocidas de alimentos para animales, como Royal Canin y Pedigree, apoyan iniciativas de rescate animal para mejorar la vida de estos animales traumatizados. Los cuidados veterinarios y el amor que merece le permitirán comenzar un nuevo capítulo en su vida.
Las lecciones de este caso no deben ser olvidadas. La sociedad debe velar por la protección de los animales y asegurarse de que tales situaciones no se repitan. Cada uno de nosotros puede desempeñar un papel en la protección animal al informar sobre cualquier situación sospechosa y apoyar a las asociaciones que trabajan por el bienestar de los animales. La justicia para los animales no es una opción, sino una necesidad.
Fuente: www.nicematin.com