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Analyse de ‘Bon chien’ : Maxim Martin, siempre en modo furioso

Prepárense, porque en su último espectáculo Buen perro, Maxim Martin intenta cambiar su ira por un zen de pacotilla, todo mientras hace malabares con un TDAH que podría hacer vibrar un tambor durante un concierto de heavy metal, todo frente a un público que probablemente ha tomado un suplemento para la paciencia.

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Un perro enojado: El humorista Maxim Martin en la encrucijada

En su último espectáculo, Buen perro, nuestro querido Maxim Martin, el hombre de mil y una enojos, nos sumerge en un océano de reflexiones y risas. ¿Quién habría creído que un hombre de tal estatura – hablo aquí de su increíble talento para hacer reír a las multitudes – se aventuraría en los meandros de la >psico-comportamentalidad del barrio? ¡Es la renovación máxima de las viejas lágrimas!

Un TDAH que ladra

Sí, lo adivinaste, Maxim ha sido diagnosticado con ese famoso TDAH, como si le lanzaran un croquet a un perro hambriento. En resumen, está en modo “a toda velocidad”, ¡pero siempre a dos dedos de explotar! No, no te preocupes, no se está transformando en Hulk (bueno, aún no). Para él, el verdadero desafío sigue siendo mantener la calma, una misión tan delicada como equilibrarse en un hilo tenso sostenido por un pekinés.

A la edad de los cacahuetes… ¡y las gafas!

A sus 55 años, Max, siempre clasificado en la categoría de grunge de los humoristas quebequeses, parece haber cambiado sus colmillos de lobo por gafas al estilo “miraba demasiada televisión cuando era pequeño”. Un look de “soy un viejo sabio” que no logra ocultar la ira burbujeante de este hombre excepcional. ¡Ah, el paradoja! A menudo, uno siente que es como un buen vino viejo que se ha dejado madurar demasiado en la bodega.

¡Bromas, siempre bromas!

En el corazón de su espectáculo, Maxim comparte anécdotas hilarantes que no son nada ordinarias. Nos hace descubrir cómo un hombre que lucha con la atención se encuentra en un club de intercambio. ¡Sí, sí, solo eso! ¿Quién habría creído que una situación así podría ser tan graciosa? La risa es el arma favorita de este comediante, y es con un paso de baile torpe que nos lleva a una vals de humor, desafiando incluso las leyes de la lógica.

Un espectáculo que divide

Sin embargo, el espectáculo no carece de debilidades. Es un poco como un perro que sueña con atrapar su cola pero falla en el objetivo. Una sonrisa desgarradora atrae la atención, pero la energía palpable lucha por difundirse en una sala amplia como el MTELUS. En medio de las risas, a veces uno se pregunta si no está riendo solo. Es un poco el desafío de hacer reír a una sala completa mientras se hace malabares en un monociclo – ¡no es mañana que tendrá su operación láser para corregir su falta de concentración!

El perro y sus ladridos

En este One Man Show, Drake habría comprendido que el buen viejo Max “ladra” aún, aunque intenta canalizarse en esta búsqueda de una vida zen, pero en modo pepito. Entre una ira que explota de sus entrañas y una necesidad de serenidad, Martin nos muestra que la vida es como un perro: a veces un buen compañero, otras veces, se convierte en un verdadero pequeño demonio. ¡Este viejo zorro no se deja abatir!

Para los curiosos que desean saber de qué se trata, te invitará a consultar las fechas de su espectáculo aquí. Con Buen perro, nos encontramos en el país de los ladridos y las risas. El perro muerde nuevamente, pero con cierta sabiduría… o no.

Fuente: www.lapresse.ca

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